El Superior Tribunal de Justicia organizó dos simulacros de juicio oral y público con la participación de más de 70 alumnos de seis colegios secundarios. En ambos se debatieron casos reales.

En el Centro Judicial de Santa Rosa, la simulación estuvo a cargo de estudiantes del Instituto General José de San Martín (Miguel Riglos), de la Escuela Félix Romero (Victoria) y del Colegio Tomás Mason (Santa Rosa); y en el Edificio Judicial de General Pico, con alumnos de los colegios República de El Salvador (General Pico), Modesto Caretto (La Maruja) y Héroes de Malvinas (Trenel).

La actividad se desarrolló por séptimo año consecutivo en la capital provincial y por segundo en la ciudad norteña, y se enmarcó dentro del programa nacional “La Justicia va a la escuela”, que promueven la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional y la Asociación Conciencia y al que el Poder Judicial de La Pampa adhirió hace tiempo.

Allí cada una de las escuelas cumplió un rol diferente, actuando como jueces, fiscales, defensores, testigos y peritos.

La jueza de control María Florencia Maza, la fiscala María Cecilia Martiní y la defensora oficial Paula Arrigone colaboraron desinteresadamente –como tutoras– en el simulacro de Santa Rosa, sumándose a ellas el juez civil Abel Argüello, quien es docente en el Instituto San Martín. En Pico lo hicieron el juez de audiencia, Marcelo Pagano, los jueces de control Heber Pregno y María Jimena Cardoso, los fiscales Damián Campos, Hernán Cecotti y Soledad Forte y los defensores oficiales Guillermo Costantino y María José Gianiento.

Varias de ellos, anteriormente, habían concurrido a los establecimientos educativos a ofrecer charlas explicativas sobre cómo debían desenvolver los estudiantes en cada uno de esos papeles.

En Santa Rosa, los jóvenes debatieron un caso real en el que seis estudiantes universitarios estaban acusados de golpear a un automovilista en la vía pública, después de haberle pateado el vehículo. En General Pico, un homicidio culposo ocurrido durante un accidente de tránsito en cercanías de Anguil.

El STJ, con este tipo de propuesta, busca que los estudiantes secundarios –próximos a cumplir la mayoría de edad– tengan una acercamiento real a la Justicia, y especialmente aquellos del interior, que tienen mayores dificultades logísticas para trasladarse a las ciudades donde se realizan los juicios orales.

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