En una encuesta realizada en el Poder Judicial, luego de la capacitación en la Ley Micaela, el 83 por ciento de las personas respondió que le interesaría aprender más sobre la temática de género y el 62 dijo que lo aprendido le sirvió para aplicarlo en el ámbito laboral.

La Justicia provincial, a través de la Oficina de la Mujer y Violencia Doméstica, dictó los talleres de capacitación en temas de género y violencia contra las mujeres durante el año pasado, abarcando a todas sus dependencias y también a los juzgados de paz. El primero de ellos se organizó en forma presencial –porque se desarrolló a comienzos de marzo– y los restantes vía virtual a raíz de la pandemia por Covid-19.

La Ley Micaela dispone la capacitación obligatoria para todas las personas que se desempeñan en la función pública en todos sus niveles, o sea en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial nacionales y provinciales. En el caso de La Pampa, la Legislatura adhirió a ella a través de la ley 3175.

El módulo cursado el año pasado se denominó “Perspectiva de género” –este año se dictará otro– y, entre sus actividades, los asistentes fueron consultados sobre si perdieron un empleo o un ascenso por su género, si tuvieron que posponer una capacitación por la organización familiar, si sintieron miedo por sufrir violencia sexual en la calle, si los trataron en forma degradante, si padecieron bromas de contenido sexual en el trabajo, si escucharon comentarios fuera de lugar por sus características físicas o si alguna vez tuvieron que demostrar que su capacidad era igual o superior a la de compañeros de otro género.

Los números.

La encuesta fue implementada por el Superior Tribunal de Justicia a través de la Secretaría Técnica, el Centro de Capacitación Judicial, la Oficina de Informática y Tecnología y la OMyVD. Se desarrolló en forma on line, no fue obligatoria y se envió a más de 700 personas distribuidas en las cuatro circunscripciones judiciales en que está dividida La Pampa.

Los datos más significativos del cuestionario de trece preguntas fueron que el 83 por ciento respondió que los temas de género son importantes en la vida cotidiana; el 62 dijo que los conocimientos aprendidos en los talleres les sirvieron para aplicarlos en el ámbito laboral; y el 54 por ciento sostuvo que la actividad le permitió incorporar nuevos conocimientos y herramientas para trabajar en el tema.

Como contrapartida solo el uno por ciento contestó que los conocimientos no son aplicables en su tarea laboral y el tres por ciento que no sumó nuevos conocimientos.

Al tener que calificar la tarea efectuada por la OMyVD, el 73 por ciento de los encuestados la valoró entre muy buena y excelente; mientras que el 81 por ciento dijo que tuvo una duración adecuada y el 19 que fue corta o extensa.

Otro interrogante estuvo referido a la dinámica de los talleres. En ese punto, el 86 por ciento consideró que la profundidad en el abordaje de la temática fue entre muy acertada y moderadamente acertada.

Un detalle final y particular fue que la mayoría de las respuestas (30 por ciento) provinieron de funcionarios, magistrados y empleados con más de 20 años de antigüedad. Si a ese porcentaje se le sumaran quienes llevan entre 16 y 20 años en el Poder Judicial, se llegaría al 41 por ciento.​