El juez de control sustituto, Luis Bariffo, dictó la primera sentencia penal en la historia de 25 de Mayo. Fue condenatoria en un caso de violencia de género. El imputado, un hombre de 32 años, recibió una pena de un año y cinco meses de cumplimiento efectivo por ser autor de los delitos de robo simple, amenazas simples y lesiones leves agravadas por el vínculo.

Hasta ahora, en esa localidad, las denuncias por presuntos delitos podían investigarse –porque existe una fiscalía y una defensoría oficial–, pero al final del proceso, las sentencias eran dictadas por un juez de General Acha o, eventualmente, de Santa Rosa.

Ahora, con la asunción de Bariffo en 25 de Mayo hace menos de un mes, las sentencias hasta tres años de prisión pueden ser suscriptas por él. Pero no solo por ese motivo se reducirán los tiempos procesales en las causas radicadas allí, y se facilitará el acceso a justicia a los pampeanos que habitan esa zona de la provincia, sino además por otras facultades que el Código Procesal Penal les otorga a los jueces de control.  

Así, el magistrado está habilitado para resolver todas las incidencias que se planteen durante la investigación fiscal preparatoria (es decir, el período que el Ministerio Público Fiscal tiene para reunir pruebas y determinar si una causa va o no a juicio) y en el procedimiento intermedio (cuando la fiscalía o la querella piden ir a juicio y el juez decide si corresponde o no). En esos casos, el C.P.P. establece que la intervención del juez será preponderantemente en audiencias y exhibiendo un rol proactivo.

Barriffo, que se desempeña en los fueros penal y contravencional (faltas) y tiene competencia territorial sobre los departamentos de Puelén y Limay Mahuida, puede además diligenciar exhortos de otras jurisdicciones, intervenir en cuestiones vinculadas al rechazo de presentaciones del querellante particular y la víctima; fijar medidas de coerción (restricciones de acercamiento y contacto); autorizar la suspensión de procesos a prueba (es decir, otorgar una probation) y dictar sentencias en juicios abreviados donde se pacten penas hasta tres años de prisión, en otras potestades.

Política de fortalecimiento.

Este año desde el Superior Tribunal de Justicia se le viene dando un fuerte impulso a 25 de Mayo, ya que a fines de marzo el presidente Hugo Oscar Díaz inauguró las nuevas instalaciones del Juzgado Regional Letrado –donde se desempeña el juez de control– y el 22 de abril puso en funciones a Bariffo. A su vez ya está previsto instalar en ese mismo edificio una Cámara Gesell y una dependencia de la Oficina Judicial de General Acha.

Todas estas novedades no se tratan de hechos aislados, sino de una política institucional permanente de fortalecimiento del servicio de justicia y mejor el acceso a ella fundamentalmente de los pampeanos que están más alejados de los centros urbanos.

La sentencia fue dictada el martes en el marco de un juicio abreviado convenido entre la fiscala de 25 de Mayo, Eugenia Bolzan; la defensora oficial Nydia Beatríz Conde y el imputado Víctor Alfonso Zúñiga González, quien admitió su responsabilidad penal y registra antecedentes.

¿Cuáles fueron los hechos probados? Que Zuñiga interceptó en la vía pública a una expareja, discutió con ella y, ejerciendo violencia, le quitó una mochila. El acusado tironeó con tanta fuerza que la víctima cayó al piso abrasiones y hematomas en el hombro derecho, las dos rodillas y en el cuello.

Al día siguiente, Zúñiga fue hasta el domicilio de una mujer para ver y hablar con su expareja. Cuando ella salió a la puerta, él le dijo: “Yo a vos no te voy a dejar tranquila, te voy a ir a buscar donde estés”. Cuando la víctima le solicitó que se fuera, él le expresó una frase muy grosera y la golpeó con el puño en el rostro, provocándole lesiones en la boca y en la mejilla derecha.

volver arriba